Cómo limpiar una silla de ruedas y eliminar gérmenes y virus
Limpiar la silla de ruedas es clave en época de Coronavirus
Lavarse las manos al llegar a casa, taparnos la boca al estornudar o toser… Son hábitos que siempre han formado parte de nuestro día a día. Sin embargo, no ha sido hasta la aparición del Coronavirus Covid-19, que han adquirido verdadera importancia.
Y es que, como hemos podido comprobar estas semanas, nuestra salud depende de ellos. Los virus y bacterias se trasmiten por el aire y pueden vivir de uno a cuatro días en materiales como el cartón, el acero inoxidable o el plástico. De ahí que sea tan necesario mantener unas buenas rutinas de higiene personales y trasladarlas a otros ámbitos de nuestra vida. Ahora más que nunca, debemos airear y desinfectar nuestra casa, mantener a punto el coche y, claro está, limpiar la silla de ruedas de forma regular. Hacerlo no solo nos ayudará a evitar contagios, sino también a ser foco de infecciones.
Pero, ¿cómo limpiar una silla de ruedas
Limpiar una silla de ruedas no es más complicado que limpiar un sofá o un cochecito de bebé. Tan solo, deberemos saber qué zonas son susceptibles de acumular más gérmenes y suciedad y tomar ciertas precauciones antes de hacerlo.
Por ejemplo, es recomendable utilizar guantes para limpiar una silla de ruedas. No podemos olvidar que, más allá del Coronavirus Covid-19, los neumáticos están en contacto con el suelo y acumulan toda clase de bacterias. También es necesario leer las recomendaciones de cada fabricante acerca del modo de limpieza de cada vehículo. Así evitaremos dañar la silla de ruedas con productos inadecuados.
- Asiento y respaldo: las personas que van en silla de ruedas suelen pasarse en este vehículo gran parte del día, acumulando estas zonas suciedad y malos olores. Si tenemos la posibilidad, será recomendable extraerlos de la silla de ruedas y lavarlos en lavadora. En caso de que el fabricante no lo recomiende, deberemos desinfectarlos con ayuda de un paño y solución antibacteriana.
- Reposabrazos: el roce y el sudor pueden ensuciar el reposabrazos y, peor aún, convertirlo en un foco de gérmenes. Limpiar esta parte de la silla de ruedas es clave. Para hacerlo, podremos utilizar una solución elaborada con agua y lejía.
- Ruedas: como hemos comentado anteriormente, los neumáticos están en contacto con el suelo y acumulan gérmenes y suciedad. Por eso, para desinfectarlos, será necesario utilizar la misma solución que con el reposabrazos.
- Puños de empuje: los puños, al igual que las ruedas, son uno de los focos de infección más importantes de una silla de ruedas. Por eso, será necesario limpiarlo con una solución a base de lejía y agua y, si nos encontramos en la calle, con un gel antibacterias.
- Yostik y aros de propulsión: si vamos a limpiar una silla de ruedas, no podemos olvidarnos de desinfectar yostik y aros de propulsión con solución antibacteriana. Los usuarios de sillas de ruedas están en continuo contacto con ellos y concentran gran parte de los gérmenes.
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