16 de octubre de 2025 |

Ejercicios suaves que puedes hacer desde la silla de ruedas: rutinas para mejorar la circulación, la fuerza y el tono muscular.

Mantenerse activo es fundamental para la salud física y emocional, especialmente si se vive con movilidad reducida. Los ejercicios suaves desde la silla de ruedas no solo mejoran la circulación, sino que también ayudan a mantener el tono muscular, aumentar la fuerza y favorecer una mejor postura. Además, incorporar movimiento en el día a día puede aportar más energía y bienestar general.

Calentamiento y seguridad antes de empezar

Antes de iniciar cualquier rutina, es importante realizar un calentamiento breve. Unos minutos de rotaciones suaves de cuello, hombros, codos y muñecas pueden ayudar a activar el cuerpo. También se recomienda preparar un espacio libre de obstáculos, usar ropa cómoda y tener agua a mano para mantenerse hidratado. Si tienes alguna condición de salud específica, consulta con un profesional antes de comenzar.

Ejercicios para activar la circulación

Una buena circulación es clave para evitar hinchazones, hormigueos y otras molestias. Desde la silla, se pueden hacer movimientos circulares con los tobillos y las piernas (si hay movilidad parcial). Flexionar y estirar las rodillas o alternar movimientos de elevación con las piernas también es beneficioso. Usar una banda elástica puede añadir un poco de resistencia y estimular más la musculatura. Realiza 2 o 3 series de 10 repeticiones por cada movimiento.

Refuerzo de brazos y tronco

Los brazos son esenciales para la movilidad y la vida diaria. Un buen ejercicio es levantar los brazos hacia adelante o hacia los lados, con peso o sin él (por ejemplo, botellas pequeñas de agua). También puedes hacer flexiones de codo o estiramientos en cruz. Para el tronco, prueba girar suavemente hacia un lado y hacia el otro, manteniendo la espalda recta. Este trabajo fortalece los músculos abdominales y ayuda a mantener una buena postura.

Respiración y estiramientos para finalizar

Después de la parte activa, dedica unos minutos a la respiración profunda, llenando bien los pulmones y exhalando lentamente. Esto ayuda a relajar cuerpo y mente. Complétalo con estiramientos suaves de brazos, cuello y hombros. Esta fase final es ideal para reducir tensiones y prevenir sobrecargas musculares.

Mantén la constancia con pequeños hábitos

Para que los beneficios sean reales, la clave es la regularidad. Intenta hacer esta rutina 3 o 4 veces por semana, en un horario fijo del día. Puedes acompañarla con música relajante o seguir un video guiado. Si tienes un cuidador o terapeuta, pídele que te acompañe y supervise los movimientos.

Moverse desde la silla es posible y muy beneficioso. Con rutinas sencillas y adaptadas, puedes cuidar tu cuerpo, mejorar tu salud y sentirte más activo cada día. El movimiento es vida, y todos pueden disfrutarlo, sea cual sea su punto de partida.