El mecanismo de Windlass
Podríamos definir el mecanismo de Windlass como un sistema de poleas de nuestro pie. Por todo nuestro cuerpo hay palancas y poleas que nos permiten hacer movimientos como el simple hecho de andar o salir a correr. Este mecanismo nos ayuda a propulsarnos hacia adelante, de hecho el término Windlass en español significa torno o polea.
En 1954 John Hicks escribió ‘The mechanics of the food II: the plantar aponeurosis and the arch’ (El mecanismo del pie II: la aponeurosis plantar y el arco’), donde analizaba este movimiento del pie de la fascia plantar, que es la banda gruesa de tejido que cubre los huesos en el fondo del pie. El movimiento se inicia debajo del dedo gordo del pie y lo levantamos hacia arriba, a partir de aquí la cuerda que forma la fascia plantar se tensa y esto eleva el arco longitudinal del pie, aumentando el puente. Esta posición se convierte en una estructura compacta que transmite la fuerza de los músculos hacia el suelo. Con ello los músculos pueden propulsarnos hacia delante con mayor eficacia. Además, siguiendo por el talón, este mecanismo tensa el tendón de Aquiles y rota externamente de tibia, que transmite fuerza al fémur, a la cadera y al tronco.
Como vemos, el simple hecho de levantar el dedo del pie, se genera tensión hacia arriba y de forma correcta cuando no hay ningún tipo de problema. Cuando nos encontramos con algún impedimento, es cuando existe algo que no funciona bien o alguna lesión.
Las lesiones relacionadas con el mecanismo de Windlass pueden ser fascitis plantar o fasciosis, tendinitis aquílea, fracturas por estrés en los metatarsianos, molestias y lesiones en rodillas, caderas y zona lumbar.
Como podemos ver, un correcto funcionamiento de Windlass es importante para poder correr bien, e incluso caminar. Existe una manera de comprobar si nuestro mecanismo funciona correctamente: la maniobra de Hubscher’s o test de Jack. Con la ayuda de otra persona, se trata de ponernos de pie y nuestro ayudante debe levantarnos el primer dedo; si observamos aumento del arco plantar y rotación externa de la tibia, el test se considera negativo, es decir, que la polea hace bien su función. Si el resultado es el contrario y vemos que el arco plantar no se levanta, hay un fallo biomecánico. En este caso deberemos ponernos en manos del especialista para buscar una solución, y así evitar lesiones. Además, los profesionales del sector nos ayudarán en caso de tener que utilizar algún tipo de ortesis.
No debemos descuidar, como vemos, ninguna pequeña parte de nuestro cuerpo a la hora de realizar deporte, sea salir a correr u otro. Cada mecanismo con el que contamos debe funcionar perfectamente para evitar lesiones.
En Teyder, especialistas en ortopedia deportiva, contamos con una gama de ortesis que ayudan en el día a día del deportista.