Lesiones de hombro más frecuentes: cómo prevenirlas y tratarlas
El Síndrome del Pinzamiento Subacromial, en el primer puesto del ranking de lesiones de hombro
Con el hombro pasa como con la muñeca, el tobillo u otras partes del cuerpo: solo nos damos cuenta de su importancia cuando nos lesionamos y lo debemos mantener en reposo. Y es que, sin él, realizar actividades tan habituales como escribir, comer, bañarse o conducir se hace del todo imposible. De ahí que sea tan importante evitar aquellas tareas que puedan poner en riesgo salud y, también, actuar a tiempo cuando detectemos el primer indicio de que algo no va bien. Y, aunque los síntomas pueden ser muchos y variados y las formas de abordarlos también, hoy os hablaremos de los que corresponden a las lesiones de hombro más frecuentes.
Síndrome del Pinzamiento Subacromial
Bajo este nombre se esconde una de las lesiones de hombro más comunes. Se produce cuando la parte superior del manguito de rotadores (el músculo que dota de estabilidad y rotación a la articulación del hombro) se comprime como consecuencia de la disminución del espacio entre la cabeza del hueso humero y el acromion.
Este estrechamiento puede deberse a varias causas: desde la misma constitución del hombro hasta la realización de movimientos repetitivos y prolongados en el tiempo y que originan la inflamación de la zona. Las personas que, por su profesión o por el deporte que practican, deben alzar el brazo por encima de la cabeza tienen más riesgo de sufrir esta lesión. De ahí que nadadores, jugadores de waterpolo, de balonmano o de baloncesto suelan ser los que más la presenten.
A pesar de que su origen puede ser diverso, su sintomatología suele ser muy similar. Y es que las personas que padecen Síndrome del Pinzamiento Subacromial suelen presentar dolor en el hombro y, si no se actúa a tiempo, debilidad y pérdida de movilidad.
Por eso, resulta de vital importancia acudir a un especialista nada más presentar los primeros síntomas. Tras realizar las pruebas de imagen correspondientes, evaluará la gravedad de la lesión y determinará si se debe someter a un tratamiento conservador o si, por el contrario, debe optar por una intervención quirúrgica. En el primero de los casos, se combinarán las sesiones de fisioterapia con los ejercicios de musculación. En el último, tras la operación, se deberá inmovilizar el brazo con ayuda de ortesis como el 436CH y el 434CH de Teyder y después someterse a un programa de fisioterapia y musculación.
Tendinitis del manguito de rotador
Esta dolencia suele afectar al tendón supraespinoso y puede presentarse tanto en personas jóvenes como aquellas que están en edad avanzada, siendo una de las lesiones de hombro no traumáticas más comunes. En la mayoría de los casos es secundaria a un síndrome de pinzamiento subacromial.
Como en el caso de otras lesiones de hombro, las causas de su aparición pueden ser varias: desde la degeneración del tendón como consecuencia de la edad hasta la realización de un esfuerzo o sobrecarga en el hombro prolongado en el tiempo. Las personas que tienen más posibilidades de sufrir esta inflamación debido a un sobreesfuerzo son aquellas que, por su profesión o por el deporte que practican, deben alzar el brazo de forma repetida por encima del hombro.
Los movimientos repetitivos y prolongados en el tiempo pueden causar lesiones de hombro
Y, ¿cómo saber que sufren una tendinitis y no otra patología? Además de inflamación, sentirán molestias, ardor y rigidez en la parte frontal del hombro cuando levantan o descienden el brazo. En sus inicios, el dolor puede ser leve. Pero, si no atienden las señales que les envía el cuerpo, la sintomatología se puede agravar y pueden llegar a perder fuerza y movilidad en la zona.
Ante cualquier síntoma, lo recomendable será acudir al médico especialista para que valore la gravedad de la lesión y el procedimiento a seguir para erradicarla. Y, aunque el tratamiento dependerá de la sintomatología que presente el paciente, la primera opción siempre suele ser el tratamiento conservador.
Tendinitis calcificada
A pesar de que la tendinitis calcificada puede afectar a personas de ambos sexos, lo cierto es que son las mujeres de entre 40 y 60 años las que tienen más probabilidades de sufrir una dolencia que conlleva la formación de depósitos de calcio en el manguito de rotadores.
Todavía se desconocen las causas que originan este tipo de tendinitis, pero todo parece apuntar a que los microtraumatismos de repetición, alteraciones en el metabolismo o la genética podrían estar detrás de la que hoy en día es una de las lesiones de hombro más frecuentes y, también, las que más desapercibidas pasan. Y es que, según estudios, entre un 10 y un 20% de los casos de tendinitis calcificada no presentan sintomatología.
En el porcentaje restante, el pronóstico no es tan alentador. Síntomas como el dolor intenso nocturno o la pérdida de movilidad suelen ser habituales entre las personas que padecen tendinitis calcificada en el hombro.
Para revertir esta situación y mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren esta lesión, se suele optar por un tratamiento que incluye la ingesta de antiinflamatorios y la realización de ejercicios que buscan aumentar la movilidad del hombro y reducir el malestar.
En caso de que el tratamiento conservador no surja efecto, se suele recurrir a la intervención quirúrgica y al uso de inmovilizadores de hombro en los primeros días después de la operación.
La tendinitis calcificada afecta, en su mayoría, a mujeres de entre 40 y 60 años
Rotura del manguito de rotador
De la misma forma que otras lesiones de hombro, la rotura del manguito de rotador puede deberse a causas diferentes: un traumatismo fuerte en la zona o, en su defecto, estrés mecánico prolongado en el tiempo. Y, mientras que el primero suele afectar a personas jóvenes –en su mayoría deportistas- mientras practican alguna disciplina deportiva, el segundo suele aparecer en mayores y como consecuencia de un Síndrome del Pinzamiento Subacromial no tratado.
En ambos casos, los afectados suelen aquejarse de un dolor intenso en el hombro e incapacidad para mover el brazo y deben someterse a programas de rehabilitación para recuperar la movilidad. Tan solo aquellos que presenten mayor gravedad se someterán a una intervención quirúrgica.
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