Tobilleras para esguinces: cuándo y cómo utilizarlas
Las tobilleras para esguinces ayudan en el tratamiento y prevención de esta lesión
Las personas que han sufrido un esguince de tobillo lo saben: presentar esta lesión es tan fácil como recaer en ella. Y es que, como explicamos en el artículo Esguince de tobillo: cómo evitar recaídas, un simple movimiento es suficiente para desestabilizar la zona, forzar el estiramiento de los ligamentos y padecer este trastorno. Pero, de la misma forma que es posible caer –o recaer- en esta lesión, lo es tratarla y prevenirla. Las tobilleras para esguinces están diseñadas para este fin.
Sin embargo, que su objetivo sea ayudar a la recuperación y evitar recaídas, no significa que las podamos utilizar todos por igual ni a todas horas. Deberemos tener en cuenta varios aspectos antes de hacerlo.
1. Gravedad de la lesión
No es lo mismo sufrir un esguince de grado I que una de grado II o III. La gravedad de la lesión es distinta y, con ello, el periodo de recuperación y las medidas a aplicar.
Será el especialista quien, después de una revisión, determine el nivel de afectación de los ligamentos y las pautas a seguir para tratarlos. Entre ellas, la tipología de tobilleras para esguinces a utilizar.
- Grado I: es el más leve de los tres. A pesar de que provoca dolor por presión, el desagarro de las fibras es mínimo y prácticamente no hay inestabilidad al caminar. El uso de tobilleras para esguinces, en este caso, tiene como objetivo desinflamar la zona y calmar. Por eso, es recomendable optar por ortesis compresivas y con efecto masaje y drenaje como las Sport Teyder 313TB y 305TB..
- Grado II: a diferencia del esguince de tobillo en grado I, provoca una ligera inestabilidad al caminar y hematoma en la zona. El desgarro las fibras y lesiones capsulares es mayor y, por tanto, también lo es el dolor. Hechos que hacen recomendable el uso de tobilleras para esguinces que, además de comprimir la articulación, aporten estabilidad y sujeción. Este sería el caso de la 284TB, la 889TB y la 551TB.
- Grado III: es el esguince más grave de los tres. Provoca el desgarro completo del ligamento con lesión en la capsula y, con ello, gran dolor e inestabilidad. De ahí que sea importante el uso de ortesis que ofrezcan estabilidad y compresión a la zona y reduzcan las molestias causadas por la lesión. La tobillera 250TB-251TB es perfecta para este fin.
El objetivo de las tobilleras para esguinces es ayudar a la recuperación de esta lesión y evitar recaídas
2. Fase de recuperación del paciente
Lo habitual es que las tobilleras para esguinces se utilicen en la primera fase de la lesión con el objetivo de calmar la zona y aliviar el dolor en su fase más crítica. Y es que, como hemos comentado, estas ortesis actúan como un potente analgésico y aportan calor, compresión y estabilización a la zona.
Sin embargo, pasado el tiempo estimado por el médico y siempre que una actividad profesional o deportiva no lo requiera, es conveniente prescindir de ellas y caminar sin su ayuda. ¿La razón? Las tobilleras para esguinces inmovilizan todo el tobillo por igual y su uso continuado puede producir la inactivación de elementos claves para la recuperación de la zona.
3. Factores de riesgo del paciente
Aunque lo recomendable es utilizar las tobilleras para esguinces en la primera fase de la lesión, existen excepciones. Este es el caso de las personas que, por el trabajo que desempeñan, por el deporte que practican o porque sufren inestabilidad en el tobillo, son propensas a sufrir recaídas. Tan solo ellas podrían usar ortesis después de su recuperación y hacerlo únicamente durante el desarrollo de su profesión o durante sus entrenamientos.
Para garantizar la estabilidad y comodidad del usuario, las tobilleras para esguinces deberían ser como la 884TBC o las Sport Teyder 313TB y 305TB: transpirables, sin costuras y de gran sujeción y estabilización. Además, su uso debería ir acompañado de ejercicios de fortalecimiento muscular y para la propiocepción y control postural.