14 de enero de 2020 |

Los traumatismos y la sobrecarga, detrás de las lesiones infantiles más habituales

Los que tienen hijos lo saben: los niños no paran. Corren, trepan, juegan y, con las prisas y ganas de descubrir, pueden caerse y lesionarse. Y aunque no podemos evitar que los pequeños de la casa se muevan, curioseen o practiquen algún deporte, sí que podemos tomar las medidas necesarias para reducir en la medida de lo posible las lesiones infantiles más habituales.

 

Para conseguirlo, lo primero que deberemos hacer es conocer cuáles son los traumatismos y fracturas a las que se pueden enfrentar. Porque, si bien niños y adultos pueden sufrir las mismas lesiones, hay algunas que se dan con mayor frecuencia en los primeros años de vida o que, por las características del aparato locomotor, difieren sustancialmente de las de los adultos.

¿Como se explica en el artículo “Las lesiones deportivas en niños y adolescentes”, los menores están en pleno crecimiento. Un hecho que modifica de forma sustancial sus condiciones estructurales y funcionales y, por tanto, la tipología y alcance de las lesiones que les pueden afectar.

Así, dentro de las lesiones infantiles más frecuentes, encontraríamos:

1. Lesiones agudas

Son aquellas lesiones infantiles que se originan debido a una caída o traumatismo. Aunque son muchas y muy variadas, estas serían las más habituales.

 

Fractura de clavícula

Según explica el Dr. López Olmedo en la revista Pediatría Integral, esta fractura supone el 10% – 15% del total de las lesiones infantiles y afecta, en mayor medida, a los varones de más de 10 años. Se suele originar cuando el menor cae sobre su propio hombro y, al hacerlo, se daña la clavícula, causando dolor o disminución de la movilidad en el brazo.

Aunque existe la posibilidad de recurrir a la cirugía para tratar esta lesión, la mayor parte de las ocasiones el tratamiento es conservador: se procede a la inmovilización del brazo mediante un inmovilizador de hombro o clavícula como el 430 CK y el 420 CK de Teyder.

lesiones infantiles clavicula

 

Fractura supracondílea

Es una de las lesiones de codo más habituales en edad infantil. Se producen cuando el menor impacta en el suelo sobre su codo o sobre la palma de la mano con el codo en extensión.

Como en el caso de la fractura de clavícula, el tratamiento de este tipo de lesiones infantiles suele ser conservador. Se inmoviliza el brazo con ayuda de un yeso y se utilizan ortesis como la 430 CK o el 435 CK Teyder para garantizar la comodidad del niño durante la recuperación.

 

Arrancamiento de la epitróclea

Esta es una de las lesiones infantiles de carácter agudo más habituales en los niños y afecta al centro de osificación de la epitróclea. La suelen presentar aquellos menores que practican algún deporte donde se ejercita la parte superior del cuerpo y se manifiesta en forma de dolor agudo e inflamación del codo.

A pesar de que se puede recurrir a cirugía, el tratamiento de esta lesión suele ser conservador.

 

La fractura de clavícula supone el 10% – 15% de las lesiones infantiles

 

2. Lesiones por sobreuso o sobrecarga

Son aquellas lesiones infantiles que se dan como consecuencia de una acción repetitiva que sobrecarga huesos y músculos, causando daños de diferente magnitud. Las más frecuentes serían:

 

Enfermedad de Osgood Schlatter

Es una de las lesiones infantiles por sobreuso más habituales y, a pesar de que la pueden padecer menores de cualquier sexo y edad, suelen sufrirla con mayor frecuencia los varones de 11 a 13 años.

Por suerte, su sintomatología es menos alarmante que su nombre. Los niños que la padecen suelen presentar un dolor en la parte inferior de las dos rodillas que se intensifica al realizar deporte y que cesa en reposo. Por esta razón, los especialistas recomiendan hacer reposo en aquellas épocas en las que las molestias son más intensas y, si es necesario, utilizar antiinflamatorios o tratamientos frío/calor para bajar la inflamación.

 

Enfermedad de Sinding Larsen Johansson

Esta lesión infantil se produce cuando se produce una sobrecarga en el tendón rotuliano como consecuencia de una tracción repetida en la rodilla. Suele darse en aquellos menores que practican actividades deportivas relacionadas con los saltos como podrían ser el baloncesto, el voleibol, la carrera de obstáculos o de longitud.

Los niños que sufren este tipo de lesión suelen presentar un dolor intenso en la zona que aumenta al flexionar la rodilla. Debido a esto, los especialistas suelen recomendar el uso de antiinflamatorios y el cese de la práctica deportiva.

lesiones infantiles

 

Enfermedad de Sever

Aunque la suelen sufrir con mayor frecuencia los varones de entre 10 y 12 años, esta lesión infantil puede afectar a todos aquellos menores que presentan tensión muscular en el tendón de Aquiles.

Para paliar el dolor de talón que origina esta lesión, se suele optar por el uso de antiinflamatorios. También se recomienda realizar un estudio de la pisada del niño con el objetivo de determinar qué origina esta tracción.

El uso de un equipamiento adecuado es clave para evitar las lesiones infantiles más frecuentes

 

3. Lesiones recidivantes

Este tipo de lesiones infantiles se originan cuando el menor practica una actividad deportiva antes de que se haya recuperado de la fractura o molestia que le aquejaba. De ahí que sea tan importante respetar el periodo de reposo y recuperación marcado por el especialista y no hacer deporte si se presenta dolor.

Cómo prevenir las lesiones infantiles más frecuentes

Aunque no podemos evitar que los más pequeños jueguen y se lesionen, sí que podemos reducir las posibilidades de que esto pase tanto en el día a día como en los entrenamientos. Para hacerlo, nos aseguraremos de que:

  • El calzado infantil sea el adecuado y, más, si nuestros hijos practican algún deporte.
  • En caso de que practiquen algún deporte, siempre deberán hacerlo con el equipamiento correspondiente (rodilleras, protectores…) y en presencia de un profesional que les supervise y les guíe durante el entrenamiento.
  • Los menores estarán totalmente recuperados de lesiones antiguas antes de reanudar la práctica deportiva.
  • El campo de juego está en buen estado y sin desniveles ni objetos que puedan causarles un golpe o caída.

En Teyder estamos especializados en ortesis para tratar y prevenir las lesiones infantiles. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

21 de noviembre de 2019 |

Las fajas sacrolumbares de Teyder alivian el dolor causado por las lesiones lumbares

¿Alguna vez has sentido un dolor intenso en la zona baja de la columna? No eres el único. Según la Fundación Española de Reumatología, el 85% de la población ha sufrido o sufrirá este malestar en algún momento de su vida. Sin embargo, que la lumbalgia –como comúnmente se conoce este tipo de dolor- sea una de las lesiones lumbares más frecuentes no significa que sea normal padecerla. Tampoco que no se pueda prevenir y aliviar el malestar.

 

Lo mismo pasa con la lumbociática. Otra de las patologías de la espalda más frecuente entre los ciudadanos y que, a diferencia de lumbalgia, no se ubica únicamente en la lumbar. Su dolor desciende por la parte posterior o lateral del muslo y se extiende de la zona baja de la columna al pie o el talón.

¿Queréis saber cómo evitar y hacer frente a estas lesiones lumbares? Antes de hacerlo será imprescindible saber qué causas lo originan y qué síntomas presentan. Os lo explicamos.

Síntomas de lumbalgia y lumbociática

Como hemos comentado anteriormente, la lumbalgia y la lumbociática son lesiones lumbares que se presentan en forma de dolor intenso en la parte inferior de la espalda y que pueden irradiar al pie. Sin embargo, a pesar de que la tipología de malestar es la misma, su manifestación puede variar en función de la causa que lo origina.

Por ejemplo, cuando el malestar es de origen mecánico es frecuente que se intensifique cuando estamos en posición vertical y que mejore si nos tumbamos. Por el contrario, cuando la causa del dolor es inflamatoria, este suele presentarse durante la noche, mientras dormimos. En este caso, el movimiento aliviará los síntomas de estas lesiones lumbares.

 

El 85% de la población sufre o sufrirá algún malestar en la zona lumbar

 

Causas de lumbalgia y lumbociática

Que el dolor de la lumbalgia y de la lumbociática afecte a la zona baja de la espalda, no significa que su origen sea el mismo.

Detrás de estas lesiones lumbares se pueden esconder múltiples causas. Y, aunque puede deberse a enfermedades inflamatorias, infecciones e incluso tumores, lo más frecuente es que su origen sea de naturaleza mecánica y fruto de una vida sedentaria.

Algunas de las causas más frecuentes son:

  • Esguinces y distensiones musculares.
  • Hernia discal: la lumbociática está relacionada a este tipo de alteración.
  • Degeneración vertebral: una de las causas más frecuentes de dolor lumbar. Se da cuando los discos pierden su elasticidad, normalmente como consecuencia del envejecimiento.

Cómo prevenir la lumbalgia y lumbociática

El estilo de vida es clave para nuestra salud y la de nuestras lumbares. Por eso, si queremos prevenir las lesiones lumbares deberemos: 

  • Ingesta de antiinflamatorios y/o analgésicos: para bajar la inflamación y aliviar el dolor. 
  • Tratamiento de frío/calor: como en el caso de los medicamentos, buscan reducir la inflamación y el malestar en la zona de forma natural.
  • Ejercicios de fortalecimiento del CORE: es vital para mejorar los síntomas de lesiones lumbares como la lumbalgia o la lumbociática y para prevenirlo.
  • Uso de fajas sacrolumbares: para aliviar el dolor y ofrecer protección en los primeros días de lesión. También puede recomendarse en aquellos casos en que el paciente deba someterse a actividades que requieran esfuerzo y sobrecarga en la zona lumbar.
    En Teyder contamos con fajas sacrolumbares como la 200 FV, la 502 FV o la 700-701 FV o soportes como el 208 FV, 203FV o el 713 FV, con efecto masaje para aliviar el dolor.

faja para las lumbares

El estilo de vida es determinante a la hora de prevenir y tratar las lesiones lumbares

 

Cómo tratar la lumbalgia y lumbociática

Ante un dolor en la zona lumbar agudo y prolongado en el tiempo, lo primero que deberemos hacer es acudir a un médico especialista. Será él quien, después de un examen, elabore un diagnóstico y determine el protocolo a seguir en función de su gravedad y origen.

Aunque el tratamiento variará en función del tipo de afectación (medular, nerviosa u osteo-muscular), suele incluir:

  • Hacer ejercicio: el sedentarismo es un factor de riesgo para sufrir cualquier lesión. También, la lumbalgia y la lumbociática. Si queremos evitarlo, deberemos incluir la actividad física en nuestro día a día y ejercicios encaminados a fortalecer el CORE.
  • Evitar el sobrepeso y obesidad: el exceso de peso supone una sobrecarga en la zona baja de la espalda y puede ocasionar dolor lumbar. Una buena alimentación y una vida activa nos ayudarán a prevenirlas
  • Cuidar la higiene postural: pasar demasiadas horas sentados o hacerlo en mala postura puede debilitar la espalda y hacernos más propensos a sufrir lesiones lumbares como la lumbalgia o la lumbociática. Evitar posiciones en hiperextensión e hiperflexión de la columna es clave para la salud de nuestra espalda.
  • Evitar sobrecargar las lumbares: hay profesiones y deportes que, por el esfuerzo físico que requieren, pueden poner en riesgo la salud de nuestras lumbares. Tomar consciencia de nuestra higiene postural cuando levantamos peso o lo empujamos o hacerlo con ayuda de alguna faja como las de Teyder puede proteger la espalda de lesiones lumbares.

 

  • faja para las lumbares

En Teyder estamos especializados en ortesis para tratar y prevenir las lesiones lumbares. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

16 de octubre de 2019 |

El Síndrome del Pinzamiento Subacromial, en el primer puesto del ranking de lesiones de hombro

Con el hombro pasa como con la muñeca, el tobillo u otras partes del cuerpo: solo nos damos cuenta de su importancia cuando nos lesionamos y lo debemos mantener en reposo. Y es que, sin él, realizar actividades tan habituales como escribir, comer, bañarse o conducir se hace del todo imposible. De ahí que sea tan importante evitar aquellas tareas que puedan poner en riesgo salud y, también, actuar a tiempo cuando detectemos el primer indicio de que algo no va bien. Y, aunque los síntomas pueden ser muchos y variados y las formas de abordarlos también, hoy os hablaremos de los que corresponden a las lesiones de hombro más frecuentes.

 

Síndrome del Pinzamiento Subacromial

Bajo este nombre se esconde una de las lesiones de hombro más comunes. Se produce cuando la parte superior del manguito de rotadores (el músculo que dota de estabilidad y rotación a la articulación del hombro) se comprime como consecuencia de la disminución del espacio entre la cabeza del hueso humero y el acromion.

Este estrechamiento puede deberse a varias causas: desde la misma constitución del hombro hasta la realización de movimientos repetitivos y prolongados en el tiempo y que originan la inflamación de la zona. Las personas que, por su profesión o por el deporte que practican, deben alzar el brazo por encima de la cabeza tienen más riesgo de sufrir esta lesión. De ahí que nadadores, jugadores de waterpolo, de balonmano o de baloncesto suelan ser los que más la presenten.

A pesar de que su origen puede ser diverso, su sintomatología suele ser muy similar. Y es que las personas que padecen Síndrome del Pinzamiento Subacromial suelen presentar dolor en el hombro y, si no se actúa a tiempo, debilidad y pérdida de movilidad.

Por eso, resulta de vital importancia acudir a un especialista nada más presentar los primeros síntomas. Tras realizar las pruebas de imagen correspondientes, evaluará la gravedad de la lesión y determinará si se debe someter a un tratamiento conservador o si, por el contrario, debe optar por una intervención quirúrgica. En el primero de los casos, se combinarán las sesiones de fisioterapia con los ejercicios de musculación. En el último, tras la operación, se deberá inmovilizar el brazo con ayuda de ortesis como el 436CH y el 434CH de Teyder y después someterse a un programa de fisioterapia y musculación.

hombro inmobilizado

Tendinitis del manguito de rotador

Esta dolencia suele afectar al tendón supraespinoso y puede presentarse tanto en personas jóvenes como aquellas que están en edad avanzada, siendo una de las lesiones de hombro no traumáticas más comunes. En la mayoría de los casos es secundaria a un síndrome de pinzamiento subacromial.

Como en el caso de otras lesiones de hombro, las causas de su aparición pueden ser varias: desde la degeneración del tendón como consecuencia de la edad hasta la realización de un esfuerzo o sobrecarga en el hombro prolongado en el tiempo. Las personas que tienen más posibilidades de sufrir esta inflamación debido a un sobreesfuerzo son aquellas que, por su profesión o por el deporte que practican, deben alzar el brazo de forma repetida por encima del hombro.

Los movimientos repetitivos y prolongados en el tiempo pueden causar lesiones de hombro

Y, ¿cómo saber que sufren una tendinitis y no otra patología? Además de inflamación, sentirán molestias, ardor y rigidez en la parte frontal del hombro cuando levantan o descienden el brazo. En sus inicios, el dolor puede ser leve. Pero, si no atienden las señales que les envía el cuerpo, la sintomatología se puede agravar y pueden llegar a perder fuerza y movilidad en la zona.

Ante cualquier síntoma, lo recomendable será acudir al médico especialista para que valore la gravedad de la lesión y el procedimiento a seguir para erradicarla. Y, aunque el tratamiento dependerá de la sintomatología que presente el paciente, la primera opción siempre suele ser el tratamiento conservador.

 

Tendinitis calcificada

A pesar de que la tendinitis calcificada puede afectar a personas de ambos sexos, lo cierto es que son las mujeres de entre 40 y 60 años las que tienen más probabilidades de sufrir una dolencia que conlleva la formación de depósitos de calcio en el manguito de rotadores.

Todavía se desconocen las causas que originan este tipo de tendinitis, pero todo parece apuntar a que los microtraumatismos de repetición, alteraciones en el metabolismo o la genética podrían estar detrás de la que hoy en día es una de las lesiones de hombro más frecuentes y, también, las que más desapercibidas pasan. Y es que, según estudios, entre un 10 y un 20% de los casos de tendinitis calcificada no presentan sintomatología.

En el porcentaje restante, el pronóstico no es tan alentador. Síntomas como el dolor intenso nocturno o la pérdida de movilidad suelen ser habituales entre las personas que padecen tendinitis calcificada en el hombro.

Para revertir esta situación y mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren esta lesión, se suele optar por un tratamiento que incluye la ingesta de antiinflamatorios y la realización de ejercicios que buscan aumentar la movilidad del hombro y reducir el malestar.

En caso de que el tratamiento conservador no surja efecto, se suele recurrir a la intervención quirúrgica y al uso de inmovilizadores de hombro en los primeros días después de la operación.

inmovilizador hombro

 

La tendinitis calcificada afecta, en su mayoría, a  mujeres de entre 40 y 60 años

Rotura del manguito de rotador

De la misma forma que otras lesiones de hombro, la rotura del manguito de rotador puede deberse a causas diferentes: un traumatismo fuerte en la zona o, en su defecto, estrés mecánico prolongado en el tiempo. Y, mientras que el primero suele afectar a personas jóvenes –en su mayoría deportistas- mientras practican alguna disciplina deportiva, el segundo suele aparecer en mayores y como consecuencia de un Síndrome del Pinzamiento Subacromial no tratado.

En ambos casos, los afectados suelen aquejarse de un dolor intenso en el hombro e incapacidad para mover el brazo y deben someterse a programas de rehabilitación para recuperar la movilidad. Tan solo aquellos que presenten mayor gravedad se someterán a una intervención quirúrgica.

En Teyder estamos especializados en ortesis para tratar y prevenir lesiones de hombr. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

27 de marzo de 2019 |

Gonartrosis o artrosis de rodilla: cómo estabilizar y aliviar el dolor

La gonartrosis o artrosis de rodilla es una patología degenerativa y crónica que, como su propio nombre indica, afecta a la articulación de la rodilla.

A pesar de que pueden sufrirla las personas jóvenes, lo más habitual es que sean los mayores de 50 años los que padezcan esta enfermedad que se caracteriza por el deterioro paulatino del cartílago y por el dolor y rigidez en la rodilla al caminar, estar de pie o subir y bajar escaleras.

Pero éste, aunque el más común, no es el único síntoma que presenta la gonartrosis. La inflamación de la articulación, su deformidad progresiva o la pérdida de funcionalidad son otras de las formas en que la artrosis de rodilla puede mostrarse.

¿Cómo se origina?

En la aparición de la gonartrosis, como en otros tipos de artrosis, no existe un único factor. Expertos en la materia como la Fundación Española de Reumatología, apuntan a la genética y a factores ambientales como la edad, el sobrepeso, el tipo de profesión o una actividad deportiva excesiva entre las causas de esta enfermedad.

También, a lesiones traumáticas y por sobreuso en menisco, ligamentos o el hueso articular. Y es que este tipo de procesos pueden provocar el desgaste de la articulación y originar la aparición de esta patología.

¿Cómo tratarla?

La artrosis de rodilla no tiene cura, pero sí que existen tratamientos que pueden retrasar su evolución y paliar sus síntomas..

Aunque en este artículo hacemos mención a los más habituales, es recomendable acudir a un especialista para que valore el estado de la rodilla y, en base al diagnóstico, determine los pasos a seguir.

  • Consumo de analgésicos y antiinflamatorios. Este tipo de fármacos tienen como objetivo disminuir el dolor y la hinchazón que muchos de los pacientes de artrosis de rodilla sufren. Como hemos comentado, su uso debe limitarse a prescripción médica.
  • Termoterapia y crioterapia. Al igual que los antiinflamatorios, los tratamientos de frío y calor tienen como objetivo facilitar el día a día de las personas con gonartrosis. Además de disminuir la inflamación, reducen el dolor y los espasmos musculares.

Las ortesis tienen como objetivo estabilizar la rodilla y paliar el dolor por la gonartrosis

  • Ejercicios para mejorar la funcionalidad y el tono muscular. Aunque correr es una actividad contraproducente para aquellas personas que padecen artrosis de rodilla, existen otras como nadar, caminar o ir en bicicleta que son beneficiosas para el paciente de gornartrosis. Ayudan a reducir el dolor, a mejorar la funcionalidad y a perder peso, una de las causas que origina el desgaste articular y que puede desencadenar y/o empeorar esta patología.
    Sería conveniente, además, consultar a un fisioterapeuta y que éste diseñe una tabla de ejercicios adaptada a nuestro caso y que tenga como objetivo mantener la fuerza y tono muscular.
  • Uso de ortesis de rodilla. Como los ejercicios para mejorar la funcionalidad, las ortesis de rodilla tienen como objetivo estabilizar esta articulación, paliar el dolor ocasionado por esta patología y mejorar la marcha.
    En Teyder disponemos de ortesis especialmente pensadas para las personas con artrosis de rodilla. Éste es el caso de las rodilleras 235RD, 525RD y 873RD. Elaboradas en tejido de punto tridimensional, en neopreno microperforado y en lana de angora respectivamente, están diseñadas para dar soporte, compresión y estabilización a la articulación.

artrosis de rodilla

¿Cómo prevenirla o retrasar su aparición?

La artrosis de rodilla es una patología muy unida a la edad y a la genética, pero también al sedentarismo. Realizar ejercicio de forma periódica y moderada no sólo es básico para evitar la obesidad y por tanto el exceso de presión sobre la articulación y su desgaste; también lo es para mantener la fuerza y tono muscular.

De la misma forma, factores como la alimentación jugarán un papel importante en este proceso. Comer de forma saludable e incluir en la dieta alimentos antiinflamatorios puede ser de utilidad para prevenir esta enfermedad.

En Teyder estamos especializados en ortesis de rodilla. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

15 de enero de 2019 |

La eficacia de una ortesis dependerá de una correcta toma de medidas

¿Te imaginas comprarte unos zapatos dos tallas mayores que la tuya? ¿Y unos pantalones tres por debajo? Sería incómodo caminar, sentarse e, incluso, hablar, ¿verdad? Pues con las ortesis pasa lo mismo. Para una buena sujeción y función deben ajustarse a la talla de cada persona y, para eso, es necesaria una correcta toma de medidas. Y más si tenemos en cuenta que, junto a la calidad del diseño y de los materiales utilizados en su fabricación, la talla es uno de los factores que determina la eficacia de una ortesis y, por tanto, la recuperación de una lesión.

En Teyder, conscientes de la importancia de la toma de medidas para la buena elección de ortesis, hemos querido ir un poco más allá y facilitar esta tarea al profesional farmacéutico y de ortopedia y al usuario final.

Por eso, ya sea en la web o en la caja de producto, encontrarás una tabla de medidas donde se especifica qué talla elegir dependiendo del perímetro de la zona a cubrir. Ésta variará en función del tipo de ortesis y, obviamente, de la edad del usuario. No es lo mismo un niño que un adulto y esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de decidirse por un producto ortopédico.

Toma de medidas en función de la ortesis

  • Fajas: para la toma de medidas deberemos revisar el perímetro de la cintura. Así, en ortesis como el soporte lumbar 871 FV de Angora Thermik o el 280 FV de Silver Line encontraremos hasta cuatro tallas diferentes: S, M, L y XL.
  • Muñequeras: en el caso de ortesis como la muñequera elástica ajustable 285 MN, la metacarpiana con férula palmar 286 MN (ambas de Silver Line) o la metacarpiana elástica 885 MN de Ecoelastic nos fijaremos en el perímetro de la muñeca antes de decantarnos por una talla u otra. Encontraremos, como en el caso de las fajas, hasta cuatro medidas diferentes: S, M, L y XL.
  • Coderas: si queremos que coderas como la 541 CD de Neothermik o la 882 CD de Ecoelastic se adapten a la zona y ejerzan una comprensión ligera sobre ella, deberemos medir el perímetro de esta articulación y tomar como referencia la tabla de medidas de Teyder. El tallaje variará, pudiendo encontrar productos S, la M, la L o la XL.
  • Rodilleras: en este caso, será necesario medir el perímetro de la rodilla a nivel de la rótula y elegir entre las diferentes ortesis de Teyder teniendo en cuenta este parámetro.
  • Tobilleras: la toma de medidas se efectuará sobre la articulación del tobillo, a nivel del maléolo. En función de su perímetro, podremos escoger entre cuatro tallajes diferentes.
  • Inmovilizadores de hombro: para escoger un inmovilizador de hombro como el 434 CH o el 436 CH, ambos de Prot Point Inmo, deberemos hacer una toma de medidas. Esta vez, del largo del antebrazo.
  • Inmovilizadores de clavícula: antes de elegir ortesis de clavícula como la 420 CH o la 421 CH, deberemos medir el perímetro del pecho y, en función del resultado, escoger entre las cuatro tallas existentes.

teyder toma de medidas

Talla única

A pesar de que la mayor parte de productos de ortopedia de Teyder disponen de una tabla para poder escoger la talla que se adapte mejor a nuestra contextura, hay una excepción: la gama de ortesis Sport One. Esta línea deportiva está fabricada en talla única, pudiendo utilizar el mismo producto personas de diferente complexión física y tamaño. ¿La razón? Dispone de un sistema de cinchas de Velcro que permite ajustar la ortesis al perímetro de la extremidad y autorregular la comprensión para garantizar su eficacia y comodidad.

 

En Teyder estamos especializados en ortesis técnicas para evitar y tratar lesiones. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

12 de diciembre de 2018 |

La ortesis, una herramienta para abordar este tipo de lesión

Los que corren de forma habitual lo saben: la fascitis plantar es una de las lesiones más frecuentes de los runners. Sin embargo, que la inflamación de la fascia plantar sea habitual en corredores, no significa que sea exclusiva de estos deportistas. Saltadores, jugadores de voleibol, balonmano y de baloncesto o futbolistas también corren el riesgo de padecer esta lesión. Es más, incluso aquellos que no realizan ejercicio físico pueden sufrirla

¿Por qué? Porque detrás de la fascitis plantar no se esconde una sola causa. Son varios los motivos que pueden originarla. Os explicamos cuáles son y cómo prevenirlos y abordarlos en caso de ser necesario.

Causas de la fascitis plantar

La fascitis plantar se generea cuando la fascia, es decir, la banda gruesa de tejido que cubre la planta del pie se estira o sobrecarga demasiado produciendo una inflamación. Los factores que están detrás de esta inflamación pueden ser:

  • Sobreentrenamiento: cuando nos sometemos a carreras largas y en terrenos con desnivel, ejercemos demasiada presión sobre el pie y existen más probabilidades de que se genere una inflamación
  • El peso: las personas obesas o que han aumentado de peso de forma repentina (las mujeres embarazadas, por ejemplo) sobrecargan más esta zona y, por tanto, son más propensas a sufrir este tipo de lesión.
  • El calzado: el uso de zapatos con un soporte de arco deficiente o con suelas blandas también puede desencadenar la inflamación de la fascia del pie.
  • El pie y la pisada: las personas que tienen el puente demasiado elevado (cavos) o, por el contrario, que se desploma hacia abajo (valgos) suelen sobrecargar más la zona y, por tanto, ser más proclives a sufrir fascitis plantar. Lo mismo pasa con aquellas que tienen tendencia a la pronación, es decir, que cargan el pie hacia el interior.

teyder fascitis

El peso, el calzado y la pisada, algunos de los factores que se esconden detrás de la fascitis plantar

Cómo detectar la lesión

¿Sientes un dolor en la zona interna del talón que se convierte en intenso por las mañanas? Entonces, lo más probable es que sufras fascitis plantar. Y es que, debido a la inflamación de la fascia y a la rigidez que ésta suele sufrir nada más levantarnos, el malestar aumenta en intensidad a primeras horas del día y disminuye a medida que se acerca la noche.

Además de sentir dolor, es frecuente que se hinche o enrojezca la zona.

Cómo tratar la fascitis plantar


Da igual que ya te hayan diagnosticado fascitis plantar en anteriores ocasiones, a la primera señal de esta lesión debes acudir al médico especialista y que determine el alcance de la inflamación y el procedimiento a seguir.

Lo más normal es que prescriban reposo y antiinflamatorios para que el dolor y la hinchazón bajen y, una vez la inflamación haya remitido, procederán al tratamiento. Éste dependerá de la gravedad de la lesión y, también, de su origen. Y es que no es lo mismo sufrir fascitis plantar como consecuencia de una mala pisada que de sobrepeso o sobrecarga durante el entrenamiento.

En cualquier caso, se buscará reducir la tensión generada en la fascia y, para ello, se contemplan varias acciones:

  • Realizar un estudio de la pisada: gracias a él, podremos determinar si el origen de la lesión se debe a un trastorno del pie. En el caso de serlo, se diseñaran plantillas personalizadas que ayudarán a reducir la sobrecarga que se ejerce en esta zona.
  • Reducir el peso en el pie: en el abordaje de la fascitis plantar es preciso evitar la sobrecarga del pie y, en este sentido, reducir el peso es esencial.
    Existen ortesis especialmente diseñadas para hacerlo. Éste es el caso de la 465TB-466TB de Teyder, que gracias a su diseño ayuda a estabilizar el tobillo, a reducir el peso que se ejerce en el pie y a recuperarse de la fascitis plantar.
  • Estirar y masajear la zona: si queremos aliviar el dolor y facilitar la recuperación, deberemos incorporar una serie de rutinas a nuestro día a día. Rodar una botella con la planta del pie descalzo o estirar el gemelo, el tendón de Aquiles y la fascia plantar son algunos de los ejercicios que podemos realizar diariamente. También, automasajearnos los pies para eliminar la sobrecarga.

teyder estabilizador de tobillo

Cómo prevenirla

La mejor forma de prevenir la fascitis plantar es adelantarse a las causas que la originan. Para hacerlo, deberemos:

  • Evitar el sobrepeso: aunque sabemos que hay situaciones en las que el aumento de talla es inevitable (el embarazo, por ejemplo), debemos intentar mantener un peso acorde a nuestra altura. Para ello, deberemos comer de forma saludable y realizar actividad física de forma periódica.
  • Reducir la intensidad de los entrenamientos: una cosa es no hacer ejercicio y otra muy diferente excedernos y sobrecargar el pie. Si vamos a correr o a practicar otro deporte, además de invertir en un buen calzado, deberemos hacerlo en estiramientos y en un entrenamiento saludable para nuestros pies.
    Será conveniente que iniciemos la actividad lentamente y que vayamos aumentando paulatinamente la intensidad para prevenir el estrés en la zona. También será de utilidad variar la rutina de ejercicios periódicamente.
  •  Utilizar un calzado adecuado: El calzado es clave para la salud del pie y, más, si sufrimos algún trastorno en el pie. En ese caso, como hemos dicho anteriormente, deberemos acudir a un especialista para que diseñe una plantilla personalizada.

En Teyder estamos especializados en ortesis técnicas para evitar y tratar la fascitis plantar. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos